Se subió al colectivo, se agarró la cabeza y automaticamente se la soltó, como si estuviera haciendo algo mal. Sacó un libro, lo abrió y lo cerró como si el libro estuviera haciendo fuerza para no abrirse y ella ni lucho, lo cerró sin hacer ningún esfuerzo por leerlo. Parecía cansada y sin darse cuenta ya tenía la cabeza contra la ventana y miraba hacia afuera; pero no estaba prestando atención a lo que estaba afuera, en realidad lo que estaba viendo era la pared de su burbuja, era lisa y el grosor dependía de ella, esta vez la pared era muy gruesa y con poco espacio para su cuerpo. Me dio curiosidad de lo que le sucedía así que, delicadamente, para no hacer ruido y no romper su delicada burbuja, entré a su mundo.
Reinaba el caos. mientras que ella estaba apollada descansando, mirando hacia la nada, había ideas que se creaban, muchas, demasiadas para el poco espacio. Pude notar que había algunas ideas ordenadas y crecidas que estaban siendo tapadas por estas pequeñas que no paraban de crearse, sin embargo, no crecían, todas eran pequeñas, como si no les estuvieran dando importancia. Ella parecía preocupada, con un nudo en la garganta y apunto de ahogarse por culpa de algo que ella estaba creando.
De repente todo paró. Ya no aparecían mas ideas, y todas las recién nacidas se hicieron muy pequeñas, apenas distinguibles; por fin en sus ojos se veía algo más que desesperación. una de las ideas nuevas se elevaba tratando se salir de entre las otras, cuando lo logró se colocó en frente de ella mientras iba creciendo, ella la miró y sonrió. Estaba feliz por lo que veía, el nudo desapareció y en sus ojos se notaba algo hermoso. Miró a las otras pequeñas e inquietas con algo de enojo y todas comenzaron a achicarse hasta desaparecer. Estaba segura de que las iba a tener que afrontar en algún momento, que iban a volver a aparecer, pero no ahora, no quería pensar.
La burbuja se rompió. Se paró y rápidamente se bajo del colectivo, yo no sabía que hacer, me había olvidado donde realmente estaba, por impulso, por reflejo la seguí. Doblo en la esquina y ya tenia su única pared curva que la envolvía aislándola del mundo, de nuevo. Ya no me importó su frágil burbuja, por alguna razón sabía que no se iba a explotar. Entré y la vi, ahora estaba triste, ¿porqué? ¿Qué había pasado? ¿Qué había pensado? Tenía un nudo que le hacia difícil respirar, pero este era uno nuevo, este era de bronca, como si ya hubiera pasado por lo mismo. En su cara se notaba cansancio.
"Salí segunda."